Desde la adolescencia, la apariencia física tiende a jugar un papel fundamental en cómo nos sentimos y nos percibimos. La imagen corporal es la manera en que unx se siente respecto a su propio cuerpo. Si esta imagen no coincide con la realidad, estamos frente a una señal de alarma.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) pueden ser muy perjudiciales para tu salud, afectan tus emociones y tus relaciones personales. Aunque no tienen una sola causa, muchas veces son consecuencia de las presiones sociales sobre la imagen de nuestro cuerpo y la exigencia de alcanzar modelos “ideales” sobre el físico.
¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)?
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son problemas relacionados con la forma en la que las personas se alimentan. Aparecen cuando el cuerpo no recibe la cantidad de nutrientes que necesita para funcionar correctamente, o cuando lo que se consume es excesivo. Hay varios tipos de TCA.
¿Cuáles son los tipos de trastornos de la conducta alimentaria?
Los tipos más frecuentes de TCA son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación/restricción de la ingesta (ARFID, por sus siglas en inglés), obesidad y sobrepeso, pero también existen otros, como la ortorexia (la obsesión por la comida sana) y la vigorexia (la obsesión por el ejercicio físico).
¿Cuáles son los TCA más frecuentes?
- La anorexia nerviosa. Quienes la padecen tienden a:
- Comer muy poco intencionalmente, esto lleva a que tengan un peso corporal muy bajo.
- Tener miedo a ganar peso. No soportan la idea de estar “gordas”.
- Tener una imagen corporal distorsionada. Se siguen viendo “gordas” a pesar de estar muy delgadas.
- Ser muy estrictas sobre qué deben comer y en qué cantidad. Pueden estar pensando en las calorías constantemente.
- Hacer demasiado ejercicio o usar laxantes o diuréticos para perder peso
- La bulimia nerviosa, cuyas características son:
- Comer demasiado y sentir que se pierde el control para dejar de comer. Esto se llama comer por atracón.
- Vomitar a propósito después de haber comido demasiado. Esto se conoce como purgarse. Para impedir la ganancia de peso se suelen usar laxantes, diuréticos, pastillas para perder peso, el ayuno o hacer mucho ejercicio físico.
- Juzgarse basándose solo en el aspecto del cuerpo y el peso.
- A diferencia de la gente con anorexia nerviosa, que está muy baja de peso, las personas con bulimia nerviosa pueden estar delgadas, tener un peso corporal promedio o tener sobrepeso.
- El trastorno por atracón. Las personas con esta enfermedad:
- Comen demasiado y sienten que pierden el control para dejar de comer. Esto se llama comer por atracón.
- Ingieren grandes cantidades de comida incluso cuando no tienen hambre.
- Se pueden sentir mal o culpables después de haberse dado un atracón, a menudo ganan peso y pueden tener mucho sobrepeso.
- El trastorno por evitación/restricción de la ingesta genera:
- Desinterés por la comida.
- Pérdida de peso o el no aumento de peso según lo que sería esperable.
- Que las personas no coman porque les disgusta el olor, el sabor, la textura o el color de la comida. Pueden tener miedo de vomitar y/o atragantarse con un alimento y sufrir asfixia.
- Quienes padecen este trastorno no tienen una imagen corporal negativa o distorsionada de sí mismas.
- Obesidad y Sobrepeso
- El sobrepeso y la obesidad se caracterizan por una acumulación anormal o excesiva de grasa. Puede darse por factores genéticos, o porque la persona coma compulsivamente. En este último caso, la persona atravesaría un TCA. La compulsividad es caracterizada por períodos de voracidad o por comer sin parar.
- Si se mantiene el sobrepeso a lo largo del tiempo, pueden aparecer enfermedades como diabetes, hipertensión, problemas osteo-articulares, cardiovasculares y otras.
- Quienes padecen el trastorno de ortorexia:
- Tras un intento por comer saludablemente, con el paso del tiempo pueden caer en la obsesión sobre qué se debe comer y qué está totalmente prohibido.
- No necesariamente tienen un bajo peso, porque la obsesión no pasa por la imagen, sino por comer bien.
- Se caracterizan por la obsesión por comer “alimentos saludables” que de a poco se va transformando en un modo de comer totalmente restrictivo.
- Las personas con ortorexia nerviosa están constantemente preocupadas por los alimentos. Pueden pasar mucho tiempo pensando, planificando y preparando sus comidas.
- Pueden llegar a aislarse de su entorno (familiares, amigxs) que no comparten su modo de comer o su opinión sobre los “alimentos saludables”.
- A la larga pueden padecer deficiencias nutricionales.
- Las personas con vigorexia tienden a una:
- Distorsión de la imagen corporal.
- Obsesión por el ejercicio físico y un cuerpo esbelto, de forma extrema.
- Baja autoestima.
- Dedicación compulsiva y casi exclusiva al entrenamiento, dejando de lado otros asuntos y eventos de tipo social, laboral y cultural.
- Obsesión a la balanza.
- Tendencia a la automedicación.
- Dieta muy alta en proteínas, en la mayoría de los casos complementada con productos anabólicos y esteroides.
Además de las anteriores, puede que las personas que están pasando por un TCA muestren las siguientes características:
- Baja autoestima
- Tristeza, ansiedad, enojo y soledad
- Relaciones personales y familiares problemáticas
- Dificultad para expresar sentimientos y emociones
- Haber sido ridiculizadx por su peso
- Rechazo a comer en público y/o poner excusas para no hacerlo
- Acumular y esconder comida
- Desaparecer después de comer, frecuentemente al baño
- Rituales con la alimentación (cortar la comida en trozos pequeños, masticar cada bocado excesivamente, comer muy lentamente)
- Preocupación mínima sobre una pérdida extrema de peso
- Uso de prendas excesivamente grandes
¿Dónde podemos pedir ayuda?
Si crees que estás atravesando algún trastorno de la conducta alimentaria o conocés a alguien que pueda estar en esta situación, no dudes en consultar a un profesional. Las personas especializadas sabrán actuar en cada caso específico y atender las múltiples causas que lo originaron. Acércate a tu centro de salud u hospital más cercano, tenés derecho a recibir una consulta médica de forma gratuita o que tu obra social cubra el tratamiento.
Tené en cuenta que muchas veces las personas no son sinceras con respecto a sus síntomas o no son del todo conscientes. Escuchar, acompañar y entender los tiempos es sumamente importante a la hora de superar estos trastornos.