Es necesario que entendamos a la sexualidad como una de las dimensiones que nos constituyen como personas, relevante para nuestro bienestar durante toda la vida, y que abarca tanto aspectos biológicos, como psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
La sexualidad excede ampliamente lo referido a la genitalidad y a las relaciones sexuales.
Esta concepción es la sostenida por la Organización Mundial de la Salud: “El término ‘sexualidad’ se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser humano. […] Se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. […] En resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos”.
El disfrute pleno de nuestra sexualidad y el placer son fundamentales para nuestra salud y bienestar físico, mental y social. La sexualidad forma parte de lo que somos, tiene que ver con nuestro cuerpo, sentimientos y emociones.
NUESTRO CUERPO CAMBIA
El crecimiento no es uniforme para todxs y esto depende de muchos factores, como la alimentación, el buen dormir y la genética de nuestros familiares, entre otros. La etapa en la que dejás de tener cuerpo de niñx, se llama pubertad, tus órganos reproductivos empiezan a producir células sexuales (óvulos y espermatozoides) y comenzás a pensar y a sentir de modo diferente.
¿Qué sucede durante la pubertad?
Estos cambios corporales van acompañados de cambios en nuestras emociones.
Eso quiere decir que estás atravesando por un período de cambios también en tus formas de sentir o actuar. Esta etapa de tu vida es la adolescencia. Además de nuestros cambios corporales, podemos notar que también los deseos y atracciones sexuales se vuelven más importantes. Es un momento que se vive con mucha intensidad, porque nos estamos desarrollando de forma integral: física, sexual, psicológica y socialmente.
A TRAVÉS DE NUESTRO CUERPO EXPERIMENTAMOS Y VIVIMOS LA SEXUALIDAD
Las zonas erógenas son partes del cuerpo muy sensibles que, al ser estimuladas, pueden permitirnos sentir placer. Estas zonas no son las mismas para todas las personas: para algunas puede ser placentero un beso en la oreja o la estimulación de los pezones, mientras que a otras les puede gustar más una caricia en el cuello o masajes en los pies.
ÓRGANOS GENITALES
Existen órganos genitales externos e internos. Los externos -vulva, pene y testículos- son zonas erógenas, es decir muy sensibles, que pueden generar placer y también estar vinculadas con la reproducción.
En general, los órganos genitales son nombrados como masculinos o femeninos. Sin embargo, nuestra identidad de género no se define por nuestros genitales sino por nuestra autopercepción.
El conjunto de genitales externos suele nombrarse “genitales femeninos”. La vulva está compuesta por: el clítoris, el orificio vaginal, el meato uretral, los labios menores y los labios mayores. Los labios mayores, desde la pubertad, están cubiertos de vello que protege la zona.
El clítoris es un órgano pequeño, carnoso y eréctil cuya parte visible se encuentra en la unión superior de los labios internos. Es un órgano que puede generar mucha excitación sexual. Una forma de observar la propia vulva es usando un espejito.
La vagina, en cambio, se ubica en el lado interno, entre el útero y la vulva, y está recubierta de membranas mucosas que mantienen la humedad y la protegen frente a posibles infecciones. También el útero, las trompas de Falopio y los ovarios son órganos internos. Los ovarios producen los óvulos, que son las células sexuales de reproducción. Las trompas de Falopio conectan los ovarios con el útero, un órgano muscular en forma de pera donde se desarrolla el feto cuando se produce un embarazo.
El pene y los testículos son los órganos genitales externos que suelen nombrarse como “genitales masculinos”. La cabeza del pene es una zona muy sensible y está cubierta por una piel delgada que se retrae, llamada prepucio. Algunas personas deciden extraerlo a través de una operación, debido a prácticas religiosas o por cuestiones de salud. Los testículos son órganos que producen espermatozoides, las células sexuales de reproducción. Están dentro del escroto, que es una bolsa de piel que los protege. La parte interna de los genitales incluye los conductos deferentes, las vesículas seminales y la próstata, que producen líquidos que junto a los espermatozoides forman el semen.
LA MENSTRUACIÓN Y EL CICLO MENSTRUAL
La menstruación es una pérdida de sangre por la vagina que se repite todos los meses. También llamada regla o período, suele aparecer por primera vez entre los 11 y los 15 años y desaparecer alrededor de los 50, aunque esto varía de una persona a otra.
La menstruación es uno de los momentos del ciclo menstrual, que en general es de 28 días, aunque puede variar entre 25 y 35 días. En cada ciclo, un óvulo madura, crece y sale del ovario. Después, pasa a una de las trompas de Falopio en su camino al útero.
Si el óvulo es fecundado por un espermatozoide, puede surgir un embarazo. Si esto no sucede, se produce la menstruación, que suele durar entre 3 y 7 días. La sangre menstrual es el resultado de la desintegración de parte del endometrio, que es la pared interior del útero, que se engrosa todos los meses en el momento de la ovulación. La cantidad de sangre puede variar mucho de una persona a otra.
ERECCIÓN Y EYACULACIÓN
Cuando la persona se excita, el pene se agranda porque se llena de sangre y así se produce una erección.
Las erecciones comienzan a ser más frecuentes en la adolescencia, es común tenerlas durante la noche y también al despertar. Generalmente, el pene pierde la erección una vez que se produce la eyaculación, que es la descarga del semen. Podemos tener erecciones y eyacular mientras dormimos, lo que se conoce como “sueños húmedos”, que son usuales especialmente durante la pubertad.
RELACIONES SEXUALES
No hay momento ideal para empezar a tener relaciones sexuales, es una elección de cada unx. Lo importante es tener la información necesaria y decidir en libertad, cuándo, cómo y con quién tenerlas sin presiones. No lo hagas para complacer a lxs demás ni por presiones del entorno (amigxs, compañerxs o familiares). Es común que tengas ganas y fantasías, miedos y nervios. Por eso, es bueno hablar con la persona con la que estás, compartir lo que pensás, sentís y deseás.
Cuando hablamos de relaciones sexuales es importante empezar sin apuros y darle tiempo al juego sexual, siempre con respeto y cuidado. Si las relaciones sexuales incluyen penetración vaginal y no buscamos un embarazo, debemos usar métodos anticonceptivos. Para evitar la transmisión de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) siempre hay que usar preservativo.
ORGASMO
Es un conjunto de sensaciones placenteras que se da de manera diferente según cada persona. Podemos tener orgasmos a partir de diversos estímulos, exista o no penetración. No en todas las relaciones sexuales se tienen orgasmos, pero eso no significa que no sean placenteras.
MASTURBACIÓN
La masturbación es una práctica que se relaciona con conocer el propio cuerpo y explorarlo, y que se puede hacer durante toda la vida. Es el acto de tocar o frotar nuestros genitales para una estimulación sexual. Cuando algunas partes del cuerpo se vuelven más sensibles, es probable que queramos explorarlas. La masturbación y los juegos que nos permiten conocerlas, tanto en soledad como en compañía, son un acto íntimo, una forma saludable de explorar la sexualidad. Masturbarnos es una manera de conocer nuestro cuerpo, saber lo que nos gusta y experimentar sensaciones placenteras.
DERECHO A LA SALUD SEXUAL, REPRODUCTIVA Y NO REPRODUCTIVA
¿Qué es la salud sexual y reproductiva?
La salud sexual y reproductiva es la capacidad de las personas de disfrutar una vida sexual responsable, satisfactoria y segura, y la libertad para decidir si tener o no relaciones sexuales. Es también poder decidir si tener o no tener hijxs, cuántos y cuándo tenerlxs. Incluye nuestro derecho a recibir información adecuada para prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual como el VIH/sida, y a acceder a servicios de salud adecuados.
La Salud Sexual basada en Derechos:
Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud.
El disfrute pleno de nuestra sexualidad y el placer son fundamentales para nuestra salud y bienestar físico, mental y social. La sexualidad forma parte de lo que somos, tiene que ver con nuestro cuerpo, sentimientos y emociones.
¿Qué son los derechos sexuales y reproductivos?
Los derechos sexuales y reproductivos se basan en la autonomía de las personas para tomar decisiones acerca de su vida, su sexualidad, su cuerpo, su reproducción, su salud y su bienestar. Incluyen el derecho a tener relaciones sexuales cuando queremos y con quien queremos, sin violencia ni bajo presión; a tener hijxs cuando lo deseamos, y a expresar nuestra sexualidad de la manera en que la sentimos. Los derechos reproductivos son esenciales para que podamos ejercer nuestro derecho a la salud e incluyen el derecho a utilizar servicios de salud reproductiva integrales y de buena calidad que garanticen la privacidad, el consentimiento libre e informado, la confidencialidad y el respeto.
Los derechos sexuales y reproductivos incluyen:
Un servicio de salud inclusivo es el que no presupone cuáles son tus elecciones sexuales.
Es importante que la consulta sea un espacio de confianza y comodidad para expresar tus elecciones sexuales libremente. Tenés derechos a:
Las personas con discapacidad deciden sobre su vida sexual y reproductiva
Existe la creencia de que las personas con discapacidad son seres sin sexualidad, esto es falso y produce discriminación y sufrimiento. El deseo y el placer no desaparecen con la discapacidad y la sexualidad se puede disfrutar de diversas formas, no sólo a través de los genitales.
Es tu derecho:
El respeto es parte de la atención de la salud y tenés derecho a decidir sobre tu vida sexual. Nadie debe hacerlo por vos, lo garantizan las leyes nacionales 26.378 y 25.673.
¡Los derechos sexuales y reproductivos son derechos de todxs!
CONSENTIMIENTO
El consentimiento es una situación de acuerdo común en cualquier tipo de relación sexual y se vuelve una construcción permanente entre quienes forman parte de ella.
En una relación que sea consentida, podes expresar cómo te sentís, tus gustos y lo que queres hacer de forma fluida y sin presiones.
Consentir es decir sí de forma clara y directa cada vez que queres tener relaciones. Es importante que sepas que decir sí al principio no significa que no puedas decir que no en cualquier momento.
No es no.
Si te presionan y amenazan, si no estás segurx, si la persona con la que estás se muestra asustada o tiene dudas, si está bajo el efecto del alcohol u otra sustancia, es no.
Consentir y pedir consentimiento significa que todxs sean clarxs con respecto a sus deseos y necesidades, y que cada persona respete el límite de la otra.
¿Cómo nos damos cuenta si la otra persona nos da su consentimiento?
CUANDO UNA RELACIÓN SEXUAL SE DA SIN CONSENTIMIENTO, SE TRATA DE UNA AGRESIÓN SEXUAL O VIOLACIÓN.
INTERRUPCIÓN LEGAL DEL EMBARAZO
En nuestro país, desde 1886 la interrupción del embarazo es legal por determinados causales, con la sanción del primer Código Penal. Desde entonces el marco legislativo ha variado. Actualmente, de acuerdo con el artículo 86 del Código Penal y la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “F.A.L” de 2012, las personas gestantes tienen derecho a la interrupción legal del embarazo en los siguientes casos:
Esto garantiza que toda mujer, niña, adolescente y, en general, toda persona con capacidad de gestar, en el marco de esas causas, tiene derecho a solicitar una interrupción legal del embarazo que cursa según los mismos estándares de calidad que el resto de los servicios de salud. No puede ser obligada a continuar con un embarazo dadas esas condiciones.
En 2015, el Ministerio de Salud de la Nación publicó el Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (Protocolo ILE) con el fin de estandarizar prácticas y garantizar el acceso a este derecho, y nuestra provincia se encuentra adherida. Allí se establecen los siguientes lineamientos:
LAS DEMORAS INNECESARIAS EN LA ATENCIÓN, EL BRINDAR INFORMACIÓN FALSA O NEGARSE A REALIZAR LA INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO CONSTITUYEN ACTOS QUE PUEDEN SER SANCIONADOS ADMINISTRATIVA, CIVIL Y/O PENALMENTE.
EL ACCESO A LA ILE ES UN SERVICIO DE EMERGENCIA Y SENSIBLE AL TIEMPO.
Tenes derecho a recibir atención médica después de una interrupción del embarazo, haya sido legal o ilegal.
Si tenes dudas escribinos o llamá al 0800-222-3444 Línea de Salud Sexual y Reproductiva. Tu consulta es gratuita y confidencial.
Fuente: https://www.huesped.org.ar/
INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
El disfrute pleno de nuestra sexualidad y el placer son fundamentales para nuestra salud y bienestar físico, mental y social. La sexualidad forma parte de lo que somos, tiene que ver con nuestro cuerpo, sentimientos y emociones.
Si queres o estas pensando en tener relaciones sexuales, tenés que saber que tenés derecho a una visita médica confidencial en la que te sientas comodx, en hospitales o centros de salud. La información es la herramienta para cuidarnos y cuidar a las personas con las que tengamos relaciones, no solo para evitar embarazos no deseados, sino también para prevenir infecciones de trasmisión sexual (ITS).
¿Qué son las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)?
Son infecciones que pueden transmitirse de una persona a la otra por medio de las relaciones sexuales sin protección. Es decir, sin usar preservativo o campo de látex. Las más comunes son (VIH) SIDA, hepatitis B Y C, gonorrea, clamidia, sífilis, herpes genital y virus del papiloma humano, entre otras. Se pueden transmitir por contacto genital, anal y oral.
Las infecciones de trasmisión sexual (ITS) son más comunes de los que pensás entre adolescentes y jóvenes, con tratamientos se pueden curar y/o revertir. Según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día, más de 1 millón de personas contraen una infección de transmisión sexual curable.
Por eso es importante la consulta en hospitales o centros de salud y fundamentalmente, el uso correcto del preservativo y campo de látex siempre.
Las ITS afectan a las personas independientemente de la orientación sexual o identidad de género. Desde el comienzo de la vida sexual la persona puede estar expuesta a estas infecciones.
¿Cuáles son las ITS más comunes?
Clamidia: Es el tipo de infección bacteriológica más común, causada por la bacteria Chlamydia puede infectar tanto a varones como mujeres. Puede causar daños graves y permanentes en el aparato reproductor de mujeres y cuerpos gestantes y hacer más difícil o imposible tener un embarazo en el futuro. La infección por clamidia también puede provocar un embarazo ectópico (embarazo que ocurre fuera del útero) que puede ser mortal.
La mayoría de las personas que tienen clamidia no presentan síntomas e, incluso así, la infección puede dañar su aparato reproductor. Los síntomas que podrías notar son:
También existe la infección por clamidia en el recto, ya sea mediante las relaciones sexuales anales receptivas o la propagación desde otra parte infectada (como la vagina). Aunque por lo general estas infecciones no causan síntomas, pueden provocar:
La clamidia puede transmitirse durante la relación sexual (vaginal, oral o anal) sin preservativo, con una persona infectada. Se trata y se cura con antibióticos.
Herpes: Es una infección común que puede causar ampollas y úlceras en la boca, cara, labios, genitales o alrededor del ano. En el caso de una infección genital, puede estar acompañada de dolor y picazón en el sitio de la llaga o ardor al orinar.
Muchas personas infectadas no saben que lo están y, una vez en el cuerpo, el virus queda para toda la vida.
El herpes oral se transmite por contacto de una lesión con piel o mucosa sana.
El herpes genital se transmite durante las relaciones sexuales (vaginal, anal y oral) sin preservativo o campo de látex.
Una vez infectada con herpes, la persona puede portar el virus en el organismo de por vida, ya que no tiene cura. Hay drogas y cremas antivirales que se pueden usar para disminuir la severidad de los síntomas, la duración de un brote y la frecuencia de los mismos.
Ladillas o piojos púbicos: Es la infestación del vello púbico por ladillas (insectos ectoparásitos) o sus huevos. Es más frecuente entre adolescentes y se transmite por contacto entre el vello de dos personas o bien al compartir la misma ropa.
Gonorrea: Infección bacteriana que, si no se trata, puede ser causa de infertilidad.
Los síntomas incluyen micción dolorosa y excreciones anormales del pene o la vagina. Se transmite a través de relaciones sexuales vaginales, anales y orales no protegidas. Los síntomas son dolor y ardor al orinar, en penes flujo o goteo, manchas de secreciones anales y genitales en la ropa interior y dolor de garganta.
La gonorrea se puede tratar con antibióticos.
Sífilis: Se trata de una infección bacteriana, generalmente de transmisión sexual, que comienza con una llaga indolora.
La sífilis se desarrolla en etapas y los síntomas pueden variar en cada una de ellas.
La primera etapa se caracteriza por la aparición de llagas sin dolor en los genitales, el recto o la boca. Una vez que se cura la llaga inicial, la segunda etapa se caracteriza por la aparición de un sarpullido. Luego, no se presentan síntomas hasta la última etapa, que puede ocurrir años después. La etapa final puede provocar daños en el cerebro, los nervios, los ojos o el corazón.
Se trasmite mediante relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin uso de preservativo y/o campo de látex. También por transmisión vertical (durante el embarazo y a través del canal de parto).
Se detecta a través de un análisis de sangre y se cura con un tratamiento sencillo, que está disponible en todos los hospitales y centros de salud del país.
LA SÍFILIS TIENE CURA Y PODÉS ACCEDER A ELLA EN CUALQUIER CENTRO DE SALUD.
RECORDA QUE TU PAREJA SEXUAL TAMBIÉN DEBE RECIBIR EL TRATAMIENTO.
Virus del Papiloma Humano (VPH): Los virus del papiloma humano (VPH) son un grupo de virus relacionados entre sí. Cerca de 40 de ellos afectan a los genitales. Estos se propagan a través del contacto sexual con una persona infectada, pero también a través de otro contacto íntimo de piel a piel.
La aparición de verrugas son el principal síntoma, que algunas veces desaparecen por sí solas, pero a veces las verrugas duran más y cuando dura muchos años, puede provocar cambios en las células. Si estos cambios no se tratan, pueden empeorar con el tiempo y convertirse en cáncer.
Se trasmite por mantener relaciones sexuales (anales, orales o vaginales) sin preservativo. Es un virus muy común y de muy fácil transmisión. Es importante saber que puede permanecer silencioso durante mucho tiempo antes de que se detecte. Actualmente no existe una cura para el virus. Pero sí hay diferentes tipos de tratamientos para sus manifestaciones, como las verrugas o las lesiones.
La vacunación es otra forma segura y eficaz de protegerse. En nuestro país, el Calendario Nacional de Vacunación (CNV) incluye la vacuna cuadrivalente contra el VPH.
Hepatitis virales: Son un grupo de infecciones que producen inflamación en el hígado. Los tipos más comunes de hepatitis virales son A, B y C.
La hepatitis B se previene con una vacuna gratuita, disponible en todos los hospitales y centros de salud del país. Tanto bebés como personas adultas deben vacunarse. También se previene usando preservativo y campo de látex en todas las relaciones sexuales (vaginales, orales y anales).
La hepatitis C aún no tiene vacuna. Se puede prevenir evitando compartir agujas o elementos corto punzantes con otras personas, y usando preservativo y campo de látex en todas las relaciones sexuales.
La hepatitis A se transmite por ingestión de trazas de heces infectadas por el virus. Puede ser por comida contaminada, por aguas fecales, o por prácticas eróticas que puedan llevar trazas de heces con el virus a la boca (anilingus o beso negro sin cuadrante de látex, felaciones tras penetración anal sin cambiar preservativo o sin él, fisting sin guantes, manos mal lavadas, etc). Vacunate y lavate las manos siempre después de ir al baño y después de las relaciones sexuales, utilizá siempre protecciones en tus relaciones sexuales.
Las hepatitis no suelen presentar síntomas ni pueden detectarse por “los chequeos de rutina”, la única forma de diagnosticar el virus es con un análisis de sangre específico. Es importante detectar el virus precozmente para comenzar el tratamiento, puede controlarse con medicación en casi todos los casos.
VIH: (VIH o HIV, por su siglas en inglés) es un virus que afecta al sistema de defensas de nuestro cuerpo, llamado sistema inmunológico. Una vez debilitado por el VIH, el sistema de defensas permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA). Esto significa que no son lo mismo y, por tanto, no toda persona con VIH tiene SIDA, pero sí toda persona que presenta un cuadro de SIDA tiene VIH. El SIDA es un conjunto de síntomas que aparece por una insuficiencia del sistema inmune causada por un virus que se transmite de persona a persona.
Las personas que llegan a la etapa de sida pueden acceder a tratamientos que permitan revertir ese estado, superando la enfermedad que haya aparecido y recuperando un nivel adecuado de defensas.
Se trasmite manteniendo relaciones sexuales sin preservativo o campo de látex con personas que viven con el virus, vía sanguínea.
Por compartir jeringas, máquinas de afeitar, alicates, agujas para tatuar o cualquier otro elemento punzante o cortante en general.
De madre a hijo, se puede transmitir el VIH durante el embarazo, la lactancia o el momento del parto. Es lo que se llama “transmisión vertical”.
El VIH no se transmite por:
¿Cómo se detecta el VIH?
El VIH no tiene síntomas, por lo tanto, la única manera de saber si alguien lo contrajo es a través de un test. En Argentina, se calcula que el treinta por ciento de las personas que viven con VIH no saben que lo tienen.
El test de VIH consta de un análisis de sangre que detecta la presencia de anticuerpos al virus, este procedimiento es voluntario, confidencial y no requiere orden médica. Es gratuito en todos los hospitales públicos y centros de salud del país.
Si estuviste expuesto a una situación de riesgo recordá que una vez producida la infección por VIH, los anticuerpos tardan entre 3 y 4 semanas en ser detectados. Es decir que durante este tiempo, llamado período ventana, los análisis pueden resultar negativos aunque la persona tenga el virus. Es por eso que cuando hubo una situación de riesgo, si el análisis se hizo durante el mes siguiente y el resultado fue negativo, se recomienda repetirlo.
Un resultado positivo significa:
Las infecciones causadas por bacterias tienen cura, las que son causadas por virus no, solo se pueden revertir los síntomas con tratamientos.
RECOMENDACIONES
Si tenés la sospecha de tener una ITS es recomendable:
Si tenés dudas o consultas, podes escribirnos o llamar: 0800-222-3444 Línea de Salud Sexual y Reproductiva
Acceder a los servicios de salud es tu derecho.
Fuente: